Proyecto de investigador de la Universidad Austral de Chile busca recuperar la capacidad de producción de vacunas en Chile
3. Febrero 2021
En 2020, en medio de la crisis sanitaria, el académico e investigador de la U. Austral Carlos Fuhrhop viajó a Alemania y se reunió con el investigador chileno Felipe Tapia, quien es líder de grupo en el Instituto Max Planck para la Dinámica de Sistemas Complejos y cofundador de una spin-off para producción de vacunas. Desde entonces se iniciaron las conversaciones para idear un proyecto que permita la creación de un “Laboratorio de cultivos celulares para vacunas y biosensores” en el sur de Chile, específicamente en la Universidad Austral de Chile, iniciativa que ya cuenta con diversos apoyos incluido el de la Universidad de Los Lagos.
“Chile no posee capacidad instalada de producción de vacunas humanas, por lo que este proyecto pretende hacer transferencia de tecnología desde Alemania para instalar laboratorios capaces de hacer investigación, desarrollo y producción de vacunas virales humanas en Chile. Dado que desarrollar vacunas humanas tiene un grado de complejidad mayor al de vacunas veterinarias, el laboratorio también será capaz de desarrollar vacunas veterinarias de interés para la industria regional y nacional” señala el Dr. Fuhrhop.
La tecnología a transferir desde el Instituto Max Planck de Alemania es la necesaria para desarrollar y producir vacunas virales con cultivos celulares bajo estándares de Buenas Prácticas de Manufactura (BMP), que incluye, en parte, biorreactores y sistemas de purificación. “Dado que se planea instalar un laboratorio con bioseguridad nivel 2, la tecnología a transferir puede ser utilizada para desarrollar y producir vacunas virales del tipo inactivadas, atenuadas, partículas similares a virus y recombinantes. En el caso de producir vacunas con VLPs (partículas similares a virus), solo se necesita un laboratorio de nivel 1, para el caso de vacunas virales del tipo inactivadas y recombinantes se necesita un laboratorio de nivel 2. En ambos casos estamos hablando de procesos que no requieren de altos estándares de bioseguridad como sería un laboratorio de nivel 3, que son aquellos que trabajan con virus atenuados que no tienen vacuna. En nuestro caso trabajaremos con virus atenuados que ya tienen vacunas, por eso se habla de laboratorio de nivel 2”.
“Éste será un laboratorio de I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) enfocado también a la formación de capital humano tanto de la U. Austral como de otras que cierren convenios de cooperación con nosotros. Se espera crear en el laboratorio nuevas tecnologías para licenciamiento y patentes que a su vez se cristalicen en nuevas Spinoff formadas por estudiantes, investigadores y académicos” señala el investigador, perteneciente al Instituto de Electricidad y Electrónica de la U. Austral.