IMP para la Ciencia de la Historia Humana

La tasa de mortalidad por la peste negra no fue tan alta como se pensó durante mucho tiempo

11 de febrero de 2022

La peste negra, que asoló Europa, Asia occidental y el norte de África entre 1347 y 1352, es para muchos la pandemia más devastadora de la historia. 



Escenarios regionales determinados por BDP del impacto demográfico de la Peste Negra. Los colores reflejan cambios a escala centenaria en los indicadores de polen de cereales. Mapa de fondo con fronteras políticas del siglo XIV. Europa.


  Aumentar imagen

Escenarios regionales determinados por BDP del impacto demográfico de la Peste Negra. Los colores reflejan cambios a escala centenaria en los indicadores de polen de cereales. Mapa de fondo con fronteras políticas del siglo XIV. Europa.


[menos]

Un nuevo estudio demuestra que la mortalidad causada por esta pandemia en Europa no fue tan universal o generalizada como se pensó durante mucho tiempo. Un equipo internacional de investigadores, dirigido por el grupo de Paleociencia e Historia del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, analizó muestras de polen de 261 sitios en 19 países europeos modernos para determinar cómo cambiaron los paisajes y la actividad agrícola entre 1250 y 1450 EC, aproximadamente 100 años antes y 100 años después de la pandemia. Su análisis apoya la devastación experimentada por algunas regiones europeas, pero también muestra que la Peste Negra no afectó a todas las regiones por igual.

Los paisajes cuentan una historia sorprendente

La palinología, o el estudio de las esporas de plantas fósiles y el polen, es una herramienta poderosa para descubrir los impactos demográficos de la Peste Negra. Esto se debe a que las presiones humanas sobre el paisaje en tiempos preindustriales, como la agricultura o la limpieza de plantas nativas para la construcción, dependían en gran medida de la disponibilidad de trabajadores rurales. Utilizando un nuevo enfoque llamado paleoecología de Big Data (BDP), los investigadores analizaron 1.634 muestras de polen de sitios de toda Europa para ver qué plantas estaban creciendo en qué cantidades y, por lo tanto, determinar si las actividades agrícolas en cada región continuaron o se detuvieron, o si las plantas silvestres volvieron a crecer mientras se reduce la presión humana.


El enfoque de Big Data Paleoecología para verificar los niveles de mortalidad por Peste Negra

  Aumentar imagen

El enfoque de Big Data Paleoecología para verificar los niveles de mortalidad por Peste Negra

Sus resultados muestran que la mortalidad de la Peste Negra varió ampliamente, con algunas áreas sufriendo la devastación por la que la pandemia se ha hecho conocida y otras experimentando un toque mucho más ligero. Las fuertes disminuciones agrícolas en Escandinavia, Francia, el suroeste de Alemania, Grecia y el centro de Italia respaldan las altas tasas de mortalidad atestiguadas en las fuentes medievales. Mientras tanto, muchas regiones, incluida gran parte de Europa Central y Oriental y partes de Europa Occidental, incluidas Irlanda e Iberia, muestran evidencia de continuidad o crecimiento ininterrumpido.

"La variabilidad significativa en la mortalidad que nuestro enfoque BDP identifica aún no se ha explicado, pero los contextos culturales, demográficos, económicos, ambientales y sociales locales habrían influido en la prevalencia, morbilidad y mortalidad de Yersina pestis", dice Alessia Masi del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana y la Universidad La Sapienza en Roma.

Una de las razones por las que estos resultados son una sorpresa es que muchas de las fuentes cuantitativas que se han utilizado para construir estudios de casos de peste negra provienen de áreas urbanas, que, a pesar de su capacidad para recopilar información y mantener registros, también se caracterizaron por el hacinamiento y el saneamiento deficiente. Sin embargo, a mediados del siglo 14, más del 75 por ciento de la población de cada región europea era rural. El estudio actual muestra que, para comprender la mortalidad de una región en particular, los datos deben reconstruirse a partir de fuentes locales, incluida la BDP como método para medir el cambio en los paisajes culturales.

"No existe un modelo único de 'la pandemia' o un 'brote de peste' que se pueda aplicar a cualquier lugar en cualquier momento, independientemente del contexto", dice Adam Izdebski, líder del grupo de Paleociencia e Historia en el MPI SHH. "Las pandemias son fenómenos complejos que tienen historias regionales y locales. Lo hemos visto con el COVID-19, ahora lo hemos demostrado para la Peste Negra".

Las diferencias en la mortalidad de la Peste Negra en toda Europa demuestran que la peste era una enfermedad dinámica, con factores culturales, ecológicos, económicos y climáticos que mediaban su difusión e impacto. En el futuro, los investigadores esperan que más estudios utilicen datos paleoecológicos para comprender cómo estas variables interactúan para dar forma a pandemias pasadas y presentes.