Oscilaciones en proteínas encapsuladas producen deformaciones dinámicas de membranas en células.
05 de febrero de 2019
¿Qué criterio debe cumplir una célula creada de manera sintética para que se considere que está viva? ¿Cuáles son los requisitos mínimos para que este tipo de células cumplan funciones individuales?
Son este tipo de preguntas las que impulsan a Petra Schwille y su equipo en el Instituto Max Planck de Bioquímica Max-Planck-Institut für Biochemie . Los científicos han demostrado que solo se necesitan cinco componentes biológicos para generar estructuras similares a las células que poseen movilidad autónoma mientras consumen energía.

La biología sintética tiene como objetivo imitar los sistemas biológicos e incluso modificarlos de modo tal que se puedan realizar nuevas aplicaciones. Como tal, la función celular puede ser reproducida en un tubo de ensayo para una mejor comprensión que pueda conducir a avances tecnológicos. Los componentes moleculares son principalmente de origen biológico, pero los investigadores también los obtienen imitando mecanismos naturales.
Usualmente, como parte de la biología sintética, se encierran los componentes biológicos en pequeños contenedores microscópicos para reproducir las condiciones en células vivas. Estos contenedores se denominan vesículas gigantes.
Estas estructuras, parecidas a una burbuja, están formadas por una fina capa lipídica similar a la membraba celular.
Los científicos del Instituto Max Planck de Bioquímica encerraron dos proteínas diferentes y energía química en forma de adenosín trifosfato en estas vesículas gigantes. Bajo el microscopio observaron que las estructuras tenían movimiento independiente de manera periódica.
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