Resolviendo el enigma de chorros y capullos de una onda gravitacional.
26 de febrero de 2019
Un equipo internacional de investigadores, inlcuyendo astrónomos del Instituto Max Planck de Radio Astronomía en Bonn, Alemania, combinó radio telescopios de los cinco continentes para demostrar la existencia de un flujo delgado de materia denominado “chorro”, emergiendo de la fusión de dos estrellas de neutrones. Con su extrema sensibilidad y alto rendimiento, el radio telescopio de 100 metros en Effelsberg, jugó un papel clave en estas observaciones.

En Agosto de 2017, se observó la colisión de dos estrellas de neutrones, lo que produjo ondas gravitacionales que fueron detectadas por el detector Americano LIGO y el Europeo Virgo. Las estrellas de neutrones son estrellas ultra densas, con una masa similar a la del Sol, pero del tamaño de una ciudad como Colonia (Alemania). Este evento es el primero y único de este tipo que se ha observado y sucedió en una galaxia a 130 millones de años luz de distancia de la Tierra, en la constelación Hydra.
Los astrónomos observaron el evento y la evolución subsecuente a través de todos el espectro electromagnético, desde rayos gama, rayos x hasta luz visible y ondas de radio. Doscientos años después de la fusión, observaciones que utilizaron radio telescopios en Europa, África, Asia, Oceanía y Norteamérica probaron la existencia de un chorro emergiendo de esta colisión violenta.