Instituto Max Planck de Radioastronomía

El Instituto Max Planck de Radio Astronomía en Bonn dejó su huella en el paisaje terrestre: un plato blanco gigantesco que se eleva hacia el cielo cerca de Effelsberg en las colinas Eifel: un telescopio de 100 metros de longitud. Cuando los científicos que trabajan allí o en otras antenas del mundo tratan de alcanzar las estrellas, no es necesario que el clima sea bueno, los rayos de radio pueden atravesar las nubes. En esta banda espectral, que es inivisible al ojo humano, los investigadores observan tanto objetos estelares jóvenes como estrellas seniles; moléculas en el medio interestelar y galaxias radial lejanas, y el centro de la vía láctea y campos magnéticos, así como también polvo y gas a distancias cosmológicas. Y debido a que un telescopio itmento no es suficiente para todo esto,

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