Descubren que las fibras trepadoras transmiten imágenes sensoriales al cerebelo.
Investigadores del Instituto Max Planck de Neurociencias de Florida revelaron un camino de entrada especial clave para para la codificación de información sensorial en el Cerebelo.
4. Abril 2019
En nuestro día a día, estamos permanentemente bombardeados por un flujo constante de información sensorial. Pensemos, por ejemplo, en la rutina de una mañana típica: nos despierta una alarma aguda, el fuerte aroma de café recién preparado, y las luces de frenado y las bocinas en la hora pico. En el transcurso de un solo día, experimentamos miles de señales diferentes en todos nuestros sentidos.

A pesar de las numerosas y caóticas señales que encontramos, nuestro cerebro realizan un trabajo extraordinario al recopilarlas y procesarlas para permitirnos entender el mundo a nuestro alrededor. Este procesamiento puede tomar forma de maneras muy notables, como nuestra visión y audición, pero también ocurre de maneras más sutiles e inesperadas. Por ejemplo, cuando aprendemos un nuevo movimiento, nuestro cerebro está constantemente registrando las señales sensoriales a nuestro alrededor. Esta imagen sensorial ayuda a instruir y guiar el aprendizaje motor para que cuando nos encontremos con el mismo contexto nuevamente probablemente realicemos el movimiento de mejor manera.
Un estudio del laboratorio del Dr. Jason Christie, Líder de grupo en el Instituto Max Planck de Neurociencias de Florida publicado recientemente en Neuron reveló que un camino de entrada especial al Cerebelo parece ser clave en la codificación de información sensorial.
El cerebelo es una estructura única dentro del cerebro que juega un papel clave en la coordinación motora y el aprendizaje que mejora los movimientos. Al recibir información de muchas regiones del cerebro, el cerebelo integra y envía información refinada a través de un tipo de neurona llamada célula Purkinje. Una entrada de información importante a estas células son las proyecciones de largo alcance llamadas fibras trepadoras.
“Estas fibras forman conexiones de largo alcance con el cerebelo y se cree que envían señales motoras instructivas y que transmiten información sensorial. Pero en los últimos años se ha sugerido que los circuitos locales dentro del cerebelo, como por ejemplo las fibras paralelas o las interneuronas de la capa molecular también puede jugar un papel importante en la codificación de información sensorial” explica el Dr. Michael Gaffield, del Christie Lab y primer autor de la publicación.
“Dentro de cada célula Purkinje observamos una mejora consistente de la actividad cada vez que se presentaba un estímulo sensorial. Pero la mejora no fue exactamente igual en los tres tipos sensoriales, varió dependiendo del estímulo que se presentaba” agrega Gaffield.