Descubrimiento del Instituto Max Planck de Ecología Química

Las orugas de la polilla moteada perciben el color a través de su piel

Las orugas que “imitan” ramas cambian de color para mimetizarse con los colores de fondo.

6. Agosto 2019

Es difícil distinguir a las orugas de la polilla moteada de una rama. Las orugas no solo imitan la forma sino también el color de las ramas. En un nuevo estudio, investigadores de la Universidad de Liverpool en Reino Unido y el Instituto Max Planck de Ecología Química demuestraron que las orugas pueden sentir el color de las ramas con su piel. Las orugas que tenían los ojos vendados cambiaron el color de sus cuerpos para que coincida con su fondo. Cuando se les dio la opción de elegir en qué fondo descansar, las orugas con los ojos vendados se ubicaron en el fondo al que se parecían. Los investigadores también encontraron que los genes que se requieren para la visión se expresan no solo en los ojos de las orugas sino también en su piel.

Los cefalópodos, los camaleones y algunos peces se camuflan adaptando su color a su entorno. Estos animales tienen un sistema para percibir el color y la luz independientemente de los ojos. Algunos insectos, como las orugas de la polilla moteada (Biston betularia), también mimetizan el color de su cuerpo con el de las ramas de su planta alimenticia; aunque este cambio es bastante lento en comparación con otros animales. Hasta ahora, los científicos no sabían cómo las larvas de insectos pueden percibir el color de su entorno y cómo se produce el cambio de color. Dos teorías que datan de más de 130 años propusieron que el cambio de color podría ser causado por la dieta o cuando el animal percibía el color visualmente. Como se sabe que algunos insectos pueden percibir la luz, pero no el color, a través de la piel, los investigadores de la Universidad de Liverpool y el Instituto Max Planck de Ecología Química aplicaron tres enfoques diferentes para finalmente resolver el enigma de cómo las orugas de la polilla moteada coinciden con el color de su entorno.

Las orugas de la polilla moteada perciben el color a través de su piel. Aumentar imagen

Las orugas de la polilla moteada perciben el color a través de su piel.

 

Primero, probaron si las orugas de la polilla moteada, cuyos ojos estaban pintados con pintura acrílica negra, aún podían ajustar su color al fondo. Las orugas con los ojos vendados fueron criadas en ramas blancas, verdes, marrones y negras y se observó el color de su cuerpo. Incluso sin poder ver, las orugas cambiaron de color para parecerse al fondo del mismo modo en que lo hicieron las orugas cuyos ojos no estaban cubiertos. "Fue completamente sorprendente para mí que las orugas con los ojos vendados aún puedan elegir una rama que mejor se adapte a su color. No creo que mi supervisor, Ilik Saccheri, me creyera hasta que lo vio por si mismo", dijo Amy Eacock, una de las autores principales del nuevo estudio y actualmente un postdoc en el Instituto Max Planck de Ecología Química.

 

En experimentos de comportamiento, se les dio a las orugas vendadas la posibilidad de moverse a ramas de diferentes colores. De modo consistente, las orugas eligieron descansar en las ramas cuyos colores más se asemejaban a los propios.

En un tercer enfoque, los investigadores examinaron en qué partes del cuerpo se expresaban los genes relacionados a la visión. Identificaron a estos genes no sólo en la cabeza de las orugas, donde se ubican los ojos, sino también en la piel de todos los segmentos del cuerpo de las orugas. Incluso uno de los genes visuales se expresó más en la piel que en las cabezas de las orugas. “Asumimos que este gen está involucrado en la percepción de los colores a través de la piel” comentó Hannah Rowland, segunda autora principal y líder del Grupo de Investigación Max Planck de Predadores y Presas Tóxicas.

 

 
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